Todos en el comedor parecieron contener la respiración. Creí que sólo yo había sentido lo imponente que es. Mi hermano Ethan tensó la mandíbula y asintió. Tomó la servilleta y se limp6io los labios y se puso de pie.
—Buenas noches… Andrei— saludó Ethan con tanta confianza que me estremecí, a mi lado senti a Jareth tensarse y escuché el crujido de sus puños al cerrarse con fuerza.
—Eres bien difícil de encontrar amigo— respondió con naturalidad. Mis ojos interrogatorio estaban sobre Ethan, él hacia todo lo posible por no verme fijamente.
—Perdí mi teléfono y pues… olvidé que tenía que llamarte— le explica y se acerca a él. El tal Andrei sonríe y ambos se dan un abrazo que no es sólo por negocios, estos dos claramente…son conocidos.— perdona Andrei. Debi enviarte un mensaje.
—Voy a perdonarte por respeto a nuestra relación en los negocios y porque no quiero incomodar a tu familia— le dijo en ese tono suave que no me gustaba nada.
Jareth hizo el intento de ponerse de pie pero lo detuv