Aiden acarició el cuerpo desnudo de su esposa y suspiró al percibir su aroma natural con el del sexo que cubría el ambiente. Él detalló en ella y una sonrisa se dibujó en sus labios.
Desde que se había vuelto a encontrar con Matt no para de tenerle compasión, le robó a una buena mujer y como siempre fue el ganador. No estaban en un juego o competencia, pero la vida lo estaba recompensando por todos esos años de señalamiento donde lo ponían a él como lo peor y a Matt como el niño ejemplo de todos los príncipes herederos a la corona.
―¿Por qué sonríes de esa manera? ―Osiris lo miró con curiosidad, la verdad es que lo había visto muy feliz últimamente. ―¿Acaso te estás burlando de la nueva pose que hicimos? ―Lo miró con aparente indignación, pero la risa le ganó. ―No volveremos a inventar algo como eso.
―Por supuesto que lo volveremos a hacer. ―Besó sus labios. ―Me encantó verte de cabeza mientras yo hacía lo que me daba la gana. ―Río por el golpecito de su mujer. ―Vale, la verdad