Dos semanas después...
Sofia miraba con preocupación a Fernando, mientras ella sostenía los estudios médicos de su padre. Las manos de la chica temblaban y sudaban por la impresión de la noticia.
_ No puede ser, no puedo creerlo aún... _ musitó mientras trataba de asimilar la noticia _ se supone que debo tomar la noticia con la mayor tranquilidad posible, pero...
Fernando se acercó a ella y le tocó el hombro en señal de apoyo.
_ Sofia, tú eres médica, pero ante todo un ser humano. No puedes evitar preocuparte o sentirte angustiada, estamos hablando de tu padre _ suspiró hondo _ ¿el panorama es desolador? Un poco sí, lo sé. Pero comenzaremos con el tratamiento de inmediato. Hay esperanzas ¿Sí? _ le dijo mientras ella se echaba a llorar, él la abrazó _ calma, entiendo que no puedas mantenerte imparcial en este momento, pero tendrás que hacerlo, es la única forma de ayudar a Angelo.
Ella se secó las lágrimas y asintió.
_ Me siento culpable de haberlo dejado solo por mucho tiempo _