47. Casados.
Sarada y Khaled, junto con el pequeño, habían regresado finalmente a Zafirya. Ahora se encontraban instalados en la casa aunque Khaled ya tenía en mente comprar una residencia más grande, una casa donde pudieran vivir con mayor comodidad y contar con varios empleados para ayudar en el día a día.
Sarada había decidido quedarse definitivamente en Zafirya con Khaled, pero antes debía realizar un breve viaje a Alemania para gestionar algunos documentos importantes tanto para su hijo como para ella. Había renunciado a su antiguo trabajo, aunque en realidad ya la habían reemplazado, algo que descubrió al encender su móvil después de varios días sin revisarlo. Por otro lado, tenía una gran cantidad de llamadas perdidas y mensajes acumulados, la mayoría de un mismo remitente—Gustavo.
Justo en ese momento, su teléfono volvió a sonar. Era él nuevamente. Gustavo no dejaba de insistir.
—¿Gustavo? —dijo al contestar con cautela—. ¿Cómo estás?
—Tuve que venir a buscarte a Zafirya —respondió él con