CAPÍTULO 61. Las máscaras caen.
Capítulo 61
Las máscaras caen.
El reloj marcaba las nueve de la noche cuando regresaron de la isla. El penthouse estaba en penumbra al momento en que Gabriel salió sin avisar, con el rostro impasible, envuelto en la sombra de su gabardina oscura.
Ni la brisa nocturna ni el recuerdo de la pasión compartida con Isabela aquella mañana logró apagar el fuego de su decisión. Caminó con paso firme hasta el coche aparcado a unos metros, consciente de que aquella noche cruzaría una línea de la que no habría retorno.
A pocos kilómetros, un restaurante exclusivo de la ciudad lucía su fachada de cristal y luces doradas. En su interior, mesas de mármol y sillas de terciopelo componían un ambiente elegante, casi teatral. La clientela, un murmullo discreto de voces bajas, parecía ajena al drama que iba a desencadenarse.
Gabriel abrió la puerta trasera de un coche negro y descendió con la solemnidad de un juez. Al entrar, apenas encendió la luz tenue del pasillo que conducía al reservado privado. Al