CAPÍTULO 60. Tus pasos son mi motivación.
Capítulo 60
Tus pasos son mi motivación.
El ruido del mar y el primer resplandor del amanecer se mezclaban en una sinfonía armónica. Gabriel salió del dormitorio con el cabello húmedo todavía de la ducha, las piernas firmes a pesar de la rigidez de la mañana. Las persianas todavía filtraban la luz en franjas, y sólo el canto lejano de algún ave marina osaba anticipar la aurora.
Isabela se asomó al pasillo con el cronómetro en la muñeca, su cabello todavía suelto y la mirada encendida.
No llevaba maquillaje, sólo la determinación de quien ha decidido entregarlo todo a su causa. Al verla, el corazón de Gabriel se hinchó de alegría. Con un gesto sencillo, alzó la mano para saludarla, y ella respondió con el clic inconfundible del cronómetro que empezaba a correr.
—Estoy lista —dijo ella, con voz suave y firme—. Tres vueltas al circuito de la playa.
Gabriel asintió, y juntos bajaron por la escalera que conducía a la arena. Cada paso sobre la arena húmeda dejaba huellas pronunciadas: test