CAPÍTULO 241. Recuerdos borrosos.
Capítulo 241
Recuerdos borrosos.
La mañana entraba por la ventana con un brillo suave, tibio, casi reconfortante. Pero en el cuarto de recuperación no se sentía así. El sol iluminaba la habitación como si estuviera intentando animarla, aunque cada rayo parecía rebotar contra la tensión que flotaba en el aire.
Gabriel abrió los ojos despacio. La luz lo molestó. Parpadeó varias veces mientras intentaba enfocar algo, cualquier cosa. El techo. La esquina. La puerta. Todo le daba la sensación de estar viendo un lugar por primera vez, y al mismo tiempo… por segunda.
Su cabeza latía con un ritmo doloroso y apagado. Su respiración salía entrecortada.
Intentó mover las piernas. Le dolió.
Pero lo peor no era el cuerpo. Era la mente: un desorden de sombras, ruidos lejanos, sensaciones sueltas que no formaban ninguna imagen coherente. Un rompecabezas al que le hubieran quitado todas las piezas centrales.
—¿Gabriel? —la voz de Isabela llegó desde la puerta—. ¿Despertaste?
Él volteó con lentitud. L