CAPÍTULO 113. Escape a la realidad.
Capítulo 113
Escape a la realidad.
El coche dejó atrás las luces mortecinas de la ciudad, el ruido se fue quedando atrás y con él las miradas curiosas, los rostros tensos y las preguntas sin cerrar.
Valeria llegó a su escondite cuando la madrugada aún olía a humedad, dejó la radio encendida, odiaba la sensación que le daba al saberse sola en ese lugar tan inhóspito.
Era una cabaña pequeña, de esas que no llaman la atención: cortinas gruesas, una nevera que hacía un murmullo constante y una mesita con dos sillas. Diego había elegido lo práctico: discreción por encima de todo. Había dejado provisiones para ella y una maleta con algo de ropa. Todo preparado para que su huésped pudiera permanecer allí al menos un mes.
Pero sentarse a esperar no era el plan de Valeria. De hecho, no podía ser el plan de una persona como ella: la paciencia es un lujo que reservan los que no necesitan mover las piezas.
Cerró la puerta con cuidado, tanteó la cerradura por si acaso, un viejo hábito que adquir