El gruñido que salió de la garganta de Ilayen fue tal que pudo jurar que pudo ser escuchado afuera. La esclava al momento soltó su brazo y cayó de nalgas al suelo temblando. Su cuerpo se fue transformando en un pequeño lobo que escondía su cola entre sus patas.-Lo siento, lo siento.-No me toques con tanta familiaridad- Ilayen estaba molesto, podía sentir el calor de ella sobre sí que en comparación con su mate se sentía desagradable. Con razón los machos rechazaban a otras lobas una vez que encontraban a su pareja destinada.-Usted… deja que la reina lo toque- la loba casi murmuró e Ilayen sintió las venas de su sien palpitar.Cerró sus ojos un momento y usó toda su fuerza de voluntad para calmarse. Si ella hacía un escándalo traería serios problemas. Ella los había descubierto, si ella deseaba abrir su boca…Dio un paso hacia ella y se arrodilló con el rostro serio.-Te doy las gracias por haber encontrado mi collar. Vendrás después a escuchar que deseas como recompensa, siempre y
Asya estaba sentada en el borde de la cama con la mirada perdida hacia el jardín sin comprender que había pasado. Tras los sucesos de la cena, el encuentro con Ilayen, descubrir que él era el hijo de su actual enlazado y alfa de la manada. Que se había hecho pasar por su esclavo y mentido todo este tiempo, decepcionada había sido muy poco para describir sus sentimientos.¿Por qué había esperado algo más? ¿Por qué se había ilusionado? No mentía cuando reconocía que desde la primera vez que lo había visto, había algo que había resonado dentro de ella. Había tomado de excusa que la ayudaba a dormir en un inicio, pero después se encontró buscando protección en sus brazos y alivio cuando la acompañó tras la oleada de dolor que la había recorrido antes.Pero ahora… ahora…Ah, soltó un suspiro. Si había estado realmente molesta, tanto que por mente había pasado ni verlo más, ni prestarle atención, pero una vez sola en el cuarto y las horas pasaron sus ganas de verlo de nuevo no habían dismin
Horas más tarde la puerta de su habitación fue tocada con fuerza y Lena entró con el rostro asustado. Asya frunció el ceño.-¿Qué ocurre?-Reina- se inclinó intimidada al recordar lo ocurrido anteriormente con ella- Le tengo dos malas noticias.Lo que faltaba, no una, sino dos.-Habla de una vez- Asya le levantó con el corazón latiendo en el pecho.La esclava apretó los labios.-La primera es que… el príncipe Ilayen ya no se encuentra dentro de los pabellones del palacio.El rostro de Asya palideció-¿A dónde fue?Lena negó con la cabeza.-Solo pude averiguar que fue enviado a las fronteras de la manada por órdenes del alfa.-¿Nada más? La razón…Lena negó.-Escuchó por otras esclavas que el alfa lo envió hasta su cumpleaños de mayoría de edad. Parece algo incómodo con ese hecho.Asya se sobó la barbilla. Podía ser. Por ley natural los lobos no podían matar a sus cachorros y el alfa en su posición podría tener problemas si este moría bajo su protección…, era la forma en que el Consejo
Esa mañana, Lena esperaba al regreso de la reina con la misma rutina. EL baño caliente y el desayuno lo más ligero posible. Un juego de ropa para dormir lo más ligero posible que no rozara la piel y los ungüentos medicinales para aplicar en los moretones que siempre estaban presentes cada vez que tenía relaciones sexuales con el alfa.Solo que esa mañana fue diferente, sobre todo porque se estaba demorando un poco más de lo normal. Incluso había escuchado que los invitados ya se habían retirado junto al príncipe. Ella había pasado la noche preguntándose que podría pedirle de recompensa y con cada pensamiento una sonrisa le aparecía en los labios como ahora. El príncipe Ilayen era realmente atractivo, incluso cuando se molestaba.La puerta del pabellón fue tocada con efervescencia y eso la sacó de sus pensamientos sobresaltándola. ¿Qué era ese escándalo tan temprano? Corrió y abrió la puerta.-¿Qué se supone que es este bullicio delante del pabellón de la cuarta rei…?-Se solicita su pr
Cumplir la mayoría de edad en los lobos, sobre todo los machos no era simplemente cumplir con un número. No.Todo cambiaba.El desarrollo de la glándula que exudaba feromonas al estar completamente madurada aumentaba las hormonas en sus cuerpos. Los machos aumentaban tamaño y altura, fibra muscular, fuerza en cada parte de ellos, sus colmillos descendían completamente con la capacidad de desgarrar la carne con facilidad, y de retraerse para no hacer daño. Podían transformarse con más facilidad sin pasar dolor. Sus feromonas ahora eran capaces de intimidar a los de menor fuerza.Era una dura lucha durante la fiebre del crecimiento. Una noche donde el dolor era su compañero, donde las alucinaciones venían una tras otra, donde las lágrimas corrían, pero una vez que se despertaban… su realidad había cambiado.-Alteza- Seth se inclinó delante de él admirando la figura que tenía ahora.Ilayen había tenido un buen crecimiento desde temprano, incluso su cambio no había sido tan notable. Ya d
Ilayen tenía el cuerpo tenso cuando se sentó en la zona designada para él lado del alfa. Este apenas si llevaba un pantalón normal y una túnica abierta mostrando su cuerpo sin problemas. La musculatura de su padre era realmente intimidante, ni siquiera él con su actual desarrollo podía competirle. Incluso sus feromonas eran más densas y dominantes.Pelear contra él no sería algo fácil.-¿En qué demonios piensas?- le preguntó Byron sin mirarlo tomando un trago de su copa de vino con lo cual hizo una mueca y le lanzó la copa encima de uno de los esclavos a su lado derramando el resto de líquido sobre el joven lobo- está caliente.-Disculpe alfa- el lobo se inclinó temblando y salió corriendo. Rápidamente dos esclavos más tomaron su lugar, uno limpiando el desastre y otro trayendo una bandeja con dos copas nuevas.Byron tomó la suya y le hizo señas al esclavo para que le diera la otra a su hijo. Ilayen vaciló, no era amante del vino y mucho menos después de volver. Tendría que tener cuid
Ilayen sentía su corazón palpitar en su pecho y esta vez no era debido al hecho que estuviese reaccionando a su mate, sino porque estaba nervioso. Ver aquella arma afilada junto a ella, porque si, no era una espada normal, era una que había estado por años en la manada, pasando de generación en generación, tan afilada que dolía solo de verla. Un paso en falso y la sangre correría y la herida estaría tan finamente hecha que sería complicado para un lobo curarla rápidamente pudiendo provocar una severa hemorragiaSolo el alfa sabía dónde se guardaba esa espada y la sacaba para estos eventos. Normalmente era una danza que realizaba la Luna de la manada, pero en este caso… la estaba realizando la cuarta esposa.¿Qué pretendía su padre?Vio a Asya retroceder lentamente hasta ubicarse en el medio de la sala. El silencio era denso en el salón circular, roto solo por el eco suave de pasos descalzos sobre el piso pulido. Sus brazos se alzaron como si invocaran a los cielos, y entre sus dedos b
Asya sabía que el hijo de su pareja, Ilayen, volvería ese día. La festividad y el baile que ella haría sería en conmemoración de su cumpleaños. Solo no se esperó que aquella sensación que la había invadido nada más entrar a la sala, que le hacía quemar cada parte de su cuerpo y encima de ella casi hacerle perder la conciencia llevándola apuntar a esa persona con la espalda, más porque se sentía atraída que para atacarlo… era provocada por precisamente ese lobo.Tragó en seco apenas sin escuchar lo que decía el alfa a su lado. Había mucho bullicio en la sala, comentarios por lo que acababa de hacer, ella no le prestaba atención. Más bien estaba enfocada en que había cometido un error en el baile, al inicio pensó que Byron se molestaría, pero por el olor a alcohol y las risas que soltaba parecía ¿satisfecho? No creía, era un lobo que engañaba con su forma de actuar.Se mantuvo quieta en el lugar, pero nada comparado con su interior. Su corazón latía tan fuerte que era doloroso. Y esa fr