Ilayen sentía que el aire se le atoraba en la garganta.
¿Qué? ¿Que Asya los había traicionado?
-Espera- casi se levantó sintiendo el tirón de las heridas en su pecho -¿Qué estás diciendo? Debes estar bromeando.
Ilayen no podía creer lo que acababa de escuchar.
Lena temblaba con miedo y la cabeza gacha.
-Ella… Tuvo una conversación con el alfa después de pasar la noche con usted. Nadie supo de que hablaron. Fue en privado dentro de la habitación de la cuarta reina. Poco después a su hermana se le permitió el ingreso a los aposentos reales, algo que no se le permite a nadie a menos que trabaje aquí o a las reinas. Muchos esclavos comentaban que el alfa la estaba favoreciendo y no sabíamos el por qué cuando ella es la última de las reinas- sorbió y se tocó su mejilla haciendo una mueca ante la pulsada de dolor que la atravesó cuando sus dedos rozaron la herida que se encontraba allí- Después que escuchamos la alarma por parte del alfa le dije a dónde debíamos ir, pero ella se negó.
Lena