Mundo ficciónIniciar sesiónLa madrugada tenía el color de la ceniza.
Una niebla baja cubría los arrabales del sur de París, difuminando el perfil de las torres y los muros de la vieja fortaleza.Eleanor, envuelta en un manto oscuro, avanzaba entre la humedad y el barro con pasos que parecían flotar sobre el suelo. A su lado, Léonie cargaba una linterna protegida por un paño; Clara, temblorosa, sostenía una pequeña caja de herramientas.—Una vez dentro, no habr







