— Ese cargo le da control sobre el Servicio de Información para la Seguridad de la República. Le da control sobre los datos sensibles de los Carabinieri. Le da acceso a desviar cada investigación que amenace su verdadero negocio… — Dario continuaba con cuidado haciendo todos los énfasis necesarios para hacerle entender a Marco.

Marco chasqueó la lengua fastidiado.

— ¿Crees que el maldito es un mecenas del arte? ¡Te equivocas! Lo que Greco maneja no es arte. Greco es el arquitecto del caos, el que facilita el tráfico de armas, el lavado de dinero a través de fundaciones de arte y, lo más importante, el que controla cada movimiento de los cuerpos de seguridad de Italia.

La afirmación era demasiado para aceptar en un momento así, y menos incómodo y atado en una mazmorra.

Marco negaba con la cabeza, sus ojos suplicando a Luciana que interviniera, que dijera que era mentira. Pero Luciana se mantuvo muda y con la vista pétrea, como si supiera que todo era cierto.

— Crees que alguien impulsi