Mundo ficciónIniciar sesiónSophie cerró la puerta de la habitación y apoyó la espalda contra ella. El aire le dolía al entrar en los pulmones. La habitación estaba en penumbra, apenas iluminada por la luz de la luna que se filtraba entre las cortinas.
El corazón le latía con fuerza. Las manos le temblaban. No sabía si llorar o gritar. Había imaginado tantas veces ese momento, tantas, y en todas había sido distinto.Había imaginado ternura, emoción, un abrazo que borrara el miedo. No aquella distancia helada. No aquel tono de voz que parecía negociar una cláusula más de su vida.Se acercó a la ventana, apartando la cortina con un movimiento torpe. Afuera, el campo se extendía bajo el cielo estrellado. El viento movía las ramas, y el sonido era tan suave, tan sereno, que le resultó cruel. ¿Cómo podía el mundo seguir en calma cuando su interior







