El sonido del agua de la bañera junto al de las lamidas era lo único que se escuchaba en el baño. El cuerpo de Domic, recostado contra el borde de la bañera mantenía contra él, el de su ama que pasaba lentamente su lengua a lo largo de toda la herida que antes estaba allí y que ahora era una simple línea. Gracias a su enlace ama y esclavo sus heridas sanaban tan rápido que no le daba tiempo a que dolieran.
-¿en qué piensas?- le preguntó a Hellene pasando sus dedos por su cabello largo enredándolos en ellos. Había crecido tanto que peinarlo a veces era una tarea de algunos minutos.
-Ese chico... es interesante- Hellene dejó de lamer y cerrando sus ojos se recostó hacia atrás dejando su cabeza sobre el hombro duro de su esclavo.
-¿Qué viste?
-Mira que puedes ser chismoso- soltó una carcajada para después ponerse serio- Pues... una escena que no me gustó mucho. Pero sobre todo traumas de un niño. Una madre que lo quería y que después de buscar una nueva pareja comenzó a enfocarse menos e