Amir cerró la puerta una vez Olivia ingresó en su oficina, no sin antes dirigirle una mirada de muerte a Louis que, rápidamente se paró del lugar de la curvy secretaria para marcharse.
—¿En qué puedo ayudarlo señor Rossi?
Maldito profesionalismo, se dijo Amir, mientras veía con hambre a la pelinegra, sin embargo, simplemente apuntó la silla frente a su escritorio y una vez Olivia se sentó allí, él lo hizo en su lugar, por lo que para todos aquellos que estaban con los ojos fijos en la pared de cristal simplemente estaban teniendo una conversación jefe y empleada.
—Por empezar, en decirme qué diablos quería el inepto de Piré.
La pequeña sonrisa de satisfacción de Olivia, al menos logró tranquilizar a Amir, pues aunque fuese algo imposible de creer, este CEO sentía inseguridades ante Olivia, pudiese ser bien parecido y tener fortuna, pero sabía muy bien que eso era algo que para la curvy valía nada, pues a una mujer independiente como ella, no la puedes atar con lujos, ni una buena apar