"en el Camino, empiezas solo, pero siempre acabas caminando con alguien."
AZURA
El amanecer me encontró sentada en el alfeizar de la ventana, con una manta cubriendo mis hombros y el vapor del té calentándome las manos. La visión de anoche aún vibraba en mis huesos, como una canción antigua que se niega a irse.
Grayson se movió detrás de mí, se estiró y me rodeó la cintura con los brazos.
—¿No dormiste?
—Dormí… lo justo —susurré, recostándome en su pecho—. A veces siento que mi mente no descansa ni cuando duermo.
—Entonces descansará cuando me marques a mí —dijo con una sonrisa suave.
Solté una risa tenue, nerviosa.
—Grayson…
—Lo sé —me besó la cabeza—. Aún no es el momento. Solo bromeaba. Pero pronto lo será. Lo siento en ti cada vez que te toco.
Cerré los ojos. Sabía que tenía razón. Lo sentía también. Una parte de mí ardía por hacerlo, pero Rosaly había sido clara desde aquella primera noche: “Espera. El alma recuerda más de lo que cree.”
—Vamos a despedirnos de la anciana —dije, c