"trabaja tu debelidad hasta que se convierta en tu fortaleza"
Azura
Siento primero el peso. No de mi cuerpo, sino de las emociones que no puedo nombrar. Una presión en el pecho, una punzada en el alma, un vacío que no sabía que podía doler tanto. Mi respiración es débil. Inestable. Como si cada intento por volver a este mundo costara más de lo que debería.
Entonces… oigo voces.
—Mari… por favor, dime que va a despertar —la voz es ronca, desesperada. Como si quien habla estuviera conteniendo la vida misma con los dientes apretados.
—Dale tiempo, Grayson… ha pasado por más de lo que puedes imaginar. Su cuerpo está sanando… su mente también necesita hacerlo.
Grayson.
El nombre sale de mis labios en un susurro, sin que yo siquiera lo piense.
—¡Azura! —la silla se cae detrás de él, el aire se corta—. ¡Azura, amor, aquí estoy!
Unos brazos fuertes me envuelven. El calor de su piel me golpea, el aroma de su esencia se filtra por mis sentidos como fuego líquido. La conexión entre nosotros bril