El clima había cambiado en el transcurso de los últimos meses, pero no solo en el exterior. Dentro de Clara, todo parecía transformarse con la misma suavidad con la que la primavera se abría paso entre los días fríos del invierno. Su vida estaba llena de nuevos colores, de ilusiones y de un amor que se fortalecía con cada amanecer. La noticia de su embarazo había traído consigo una energía distinta, una sensación de propósito que la envolvía en calma. Aunque había momentos de incertidumbre, el amor que compartía con Lucas era su ancla, su refugio. Ambos sabían que la llegada del bebé marcaría un antes y un después, pero enfrentaban el cambio con la serenidad de quien confía plenamente en su compañero.
La semana siguiente a la presentación de su libro transcurrió entre emociones, entrevistas, felicitaciones y llamadas de la editorial. Todo parecía ir mejor de lo que Clara había imaginado. Sin embargo, mientras los compromisos profesionales se acumulaban, ella comenzó a notar la necesid