Punto de vista de EscarlataApenas amanecía cuando Luciano llegó tambaleándose a la puerta principal. Llevaba el cabello despeinado y unas profundas ojeras revelaban que otra noche había pasado sin dormir. Sentí a través de nuestro vínculo espiritual esa mezcla de ansiedad y esperanza cuando abrió el buzón.
Y ahí encontró la segunda carta, justo como yo había previsto. Sara había seguido mis instrucciones al pie de la letra.
Sus manos temblaban al rasgar el sobre. Me acerqué para contemplar su rostro mientras leía mis palabras.
—Mi querido Luciano:
—¿Te acuerdas de aquel día de lluvia cuando yo tenía apenas catorce años? Ese día en que me dijeron que mi padre, el Beta Alejandro, había muerto defendiendo a la manada. En ese momento sentí que mi mundo se derrumbaba.
—Pero tú estuviste a mi lado. Me abrazaste mientras yo lloraba y me prometiste que me cuidarías como lo habría hecho mi padre. "El Beta Alejandro fue un héroe", me dijiste con voz suave. "Murió protegiendo lo que más quería: a