*—Callum:
El personal retiró los platos del almuerzo y los guiaron de vuelta a la terraza. Allí, sirvieron una delicada selección de postres, pero Callum declinó con cortesía. Le dolía el estómago. Ya no tenía nada de hambre. Ni siquiera podía mirar la comida sin que se le hiciera un nudo en la garganta.
Chris y los hermanos de Dominick continuaban actuando con normalidad, aunque el aire estaba más pesado. Dominick, en cambio, no había dicho una sola palabra desde el incidente con su madre. Su mirada, antes brillante, ahora estaba perdida en el vacío. Callum podía verlo: estaba devastado.
Dominick había estado tan emocionado por presentarle a sus padres… había contado con orgullo cómo ellos habían desafiado las convenciones para estar juntos, cómo habían sido un ejemplo de amor y coraje. Y ahora… su propia madre, la que se suponía que entendía de amores imposibles, lo había avergonzado frente a todos.
Callum tragó saliva. Nadie merecía algo así.
Aun así, el padre de Dominick retomó la