*—Callum:
Antes creía que su ruptura con Jules, el haber sido engañado y despedido, habían sido los golpes más duros de su vida, pero ahora podía ver, con una claridad devastadora, que estar en desacuerdo con su alma destinada era mucho peor. Porque esto no era simplemente un desacuerdo… esto dolía en el alma.
Callum se sentó en la orilla de la cama, con los codos apoyados en las rodillas y la mirada perdida en la ventana entreabierta de la habitación. La brisa de una nueva mañana entraba suavemente, agitando las cortinas y trayendo consigo los aromas de la ciudad, pero él no los sentía. No olía nada. No oía nada. Solo ese vacío punzante en el pecho.
La noche anterior, había sido la peor de su vida. No por la sangre, no por el dolor físico, no por el miedo. Si no por cómo lo había mirado Dominick. Como si fuera frágil. Como si estuviera rompiéndose. Como si, por primera vez, él fuera una carga demasiado grande para soportar.
Callum cerró los ojos con fuerza, conteniendo las lágrimas q