Subtítulo:
“No todas las amenazas vienen del exterior… algunas se despiertan dentro.”
Kael no esperó. En cuanto el aullido desgarró el bosque, se transformó. Sus músculos se tensaron y sus ojos adquirieron un tono ámbar salvaje. El Alfa había emergido. La bestia ya no se contenía.
Ariadna dio un paso atrás al sentir la oleada de poder. Él era imponente, pero no por su tamaño… sino por lo que vibraba en el aire: autoridad, ira, urgencia.
—Jack —rugió por el enlace mental—. ¡Frontera norte! ¡Código rojo! Reúne a los centinelas y protege el refugio.
Jack respondió sin demora:
—¿Ariadna está contigo?
Kael no respondió. Giró hacia ella con el ceño fruncido.
—Tienes que regresar. Quédate con Sofía. No salgas, no importa lo que escuches.
—¡No soy de porcelana! —replicó Ariadna.
—¡Tampoco eres invencible! —gruñó él—. Aún no dominas a Naira. No sabes defenderte si te atrapan desprevenida. Si vienen por ti, no van a avisar.
Ariadna apretó los dientes. Naira rugía en su interior, impaciente y f