Capítulo 98 —Líder
Narrador:
Eros se vistió a toda prisa, sin siquiera revisar si llevaba la camiseta del derecho. Sasha se puso lo primero que encontró, recogió su cabello en un moño desprolijo y bajó las escaleras junto a él, descalzos ambos, corriendo como si el mundo se les fuera a caer encima. El despacho estaba iluminado solo por la lámpara del escritorio. Roman, de pie, con una carpeta en la mano y el teléfono aún pegado a la oreja, cortó la llamada justo cuando ellos entraban.
Los miró sin perder un segundo.
—Ignacio acaba de confirmar que sigue con signos vitales. Pero el médico fue claro; horas. A lo sumo, un día. Lo justo para llegar… si salimos ya.
Eros se acercó de inmediato.
—Voy con ustedes.
Roman no se sorprendió. Solo lo miró con los ojos entrecerrados, como si ya hubiera anticipado esa reacción.
—Sé que quieres. Pero no deberías.
Eros frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Porque ya es suficiente riesgo con que Aylin y yo crucemos con papeles falsos. Si tú te sumas, llamarás