Capítulo 60 —Una declaración de guerra
Narrador:
Roman se inclinó hacia adelante, con los ojos aún fijos en la figura de Sasha alejándose entre los invitados. Apoyó ambas manos en los brazos del sillón, a punto de incorporarse. Iba a ir tras ella. Claro que sí. No iba a dejar que lo desafiara de esa forma, no en su cara, no en esa fiesta. Pero una mano cálida se posó sobre la suya, firme, sin violencia, pero con la autoridad de quien sabe que puede frenarlo.
—Roman —dijo Aylin, sin levantar la voz. Él giró el rostro hacia ella. No la miró con rabia, pero tampoco con ternura. Tenía ese brillo peligroso en los ojos. El que no mostraba en público a menos que fuera absolutamente necesario. —No ahora —insistió Aylin, manteniéndole la mirada —Harías un escándalo. Y eso es justo lo que ella espera. Que pierdas el control, no se lo des.
Roman apretó los dientes. No por ella, sino por sí mismo. Porque Aylin tenía razón. Porque le conocía lo suficiente como para saber que un paso más, y él dirí