Capítulo 14 —Tres cosas
Narrador:
Cuando la risa se fue apagando, quedaron solo ellos dos, bajo la noche quieta, envueltos en el silencio espeso de un momento que ya no sabían cómo sostener sin tocarlo. Sasha lo miró, sin una gota de ironía, sin esa coraza que solía interponer entre ellos. Su mirada era seria, vulnerable, peligrosa.
—Bésame otra vez —susurró —Pero de verdad esta vez.
Eros no respondió con palabras. Se acercó con la lentitud de quien está a punto de cruzar un umbral sin retorno, como si cada paso fuera una promesa que no pensaba romper. Le sostuvo el rostro con ambas manos, y sus pulgares rozaron la piel de sus mejillas con una delicadeza reverente, como si Sasha fuera un secreto que había estado esperando demasiado tiempo para desvelar. Y entonces la besó. No hubo prisa. No hubo hambre. Solo una intensidad tan dulce que dolía. La besó con los labios primero, rozando apenas los suyos, como si los reconociera. Luego la boca se abrió, apenas, y su lengua entró en la de