Capítulo 107 —Entre tropezones
Narrador:
Natalia llevaba más de una hora corriendo por toda la mansión. Revisaba detalles, acomodaba floreros, daba órdenes, se aseguraba de que las habitaciones estuvieran impecables, y al mismo tiempo luchaba con los caprichos de dos niños que parecían haber comido un kilo de azúcar cada uno. La ansiedad por el regreso de Aylin y Roman se le notaba en cada movimiento.
—¡Mateo, si pateas otra vez ese jarrón, te lo cuelgo del cuello como trofeo! ¡Y Sofía, por el amor de Dios, dejá esa corona! Vas a recibir a tus padres, no a la realeza británica —gritó desde el segundo piso mientras bajaba corriendo.
Apretó el celular y marcó a Eros. Sonó varias veces, nada. Colgó, frunciendo el ceño. Llamó a Sasha. Más de lo mismo.
—No me jodan… —murmuró, colgando con fuerza.
Se quedó un segundo en silencio, masticando la bronca. Luego alzó las cejas y dijo en un murmullo, para ella mismoa
—Estos dos deben estar follando… No me jodas… —dijo, arrastrando las palabras co