Los reyes fueron juntos a ver a su hijo, en el frío quirófano él estaba lleno de sangre, las enfermeras le estaban quitando los aparatos que tenía conectados.

La imponente presencia de los reyes llamó la atención del equipo médico, sabían que venían a ver a su hijo.

Señores Salvatore... En verdad hicimos todo lo posible por salvar a su hijo, lo intentamos todo... pero no hubo manera de que lo regresaramos de la muerte, solamente un milagro lo habría salvado. Lo sentimos mucho.

Alejandra tenía su mirada fija en el cuerpo de su hijo, dos gruesas lágrimas rodaron por sus mejillas.

— Lorenzo... ¿Qué te han hecho mi cielo? Leonardo, nos mataron a nuestro cachorro...

— Los haré pagar luna mia, te lo prometo. — El Alfa consolaba a su reina, el sabía como ella adoraba a sus hijos.

El médico y los enfermeros y enfermeras, no tenían palabras para dar consuelo a los padres, incluso la directora fué hasta ahí, el prefecto Antuan, y el profesor Luan, llegaban también, ellos podían