La creación divina de la diosa luna.
El rey de los vampiros conocía su poder, nunca antes había tenido que pelear personalmente para ganar una guerra como ahora lo hacía contra el Alfa infernal que estaba tratando de cortarle la cabeza, pero aún siendo imponente y extraordinario, ya no le quedaban fuerzas al lobo.
El vampiro ya sentía la victoria para él, esta será otra raza más que exterminaría.
— Parece que vas a morir antes de lo que imaginaste, rey de los licántropos, ¡vete al infierno! — El vampiro dió un fuerte golpe que dejó tirado al Alfa. Alejandra sucia a verlo tan mal.
— ¡Noooo, Leonardo! ¡Ahora, Angya, Aria, ese desgraciado no va a salirse con la suya! — Los ojos morados de la reina brillaron. ella dio su fuerza de reina a la espada.
La luna Angya de sus manos comenzó a hacer fuego, un fuego amarillo y mágico que era capaz de arrasar con cualquier rival.
— ¡Por la diosa luna, esto es... increíble...! — Angelino no daba crédito a lo que sus ojos veían.
— ¡!Ve por ellos!! — Angya dió a órden,