Ante la revelación del secreto de Joshino, el Alfa se atragantó con la galleta, el lobo se golpeaba el pecho mientras tosia y tosia.

— Papá, no te ahogues así, Alejandra es muy bella, no te estoy pidiendo que te cases con una loba fea. Además ella me quiere y me cuida como a uno más de sus cachorros, me gustaría... Me gustaría que ella fuera mi madre. Yo soy un cachorro huérfano. Y... soy pequeño todavía, necesito una mamá que me quiera, todos mis amigos y compañeros de la escuela tienen una...

— Joshino, eres un lobito muy inteligente y adorable. — El Alfa levantó una ceja, describir a Josh como adorable no era tan cierto, el cachorro era la vagancia andando y tenía mal genio. — Yo te quiero como a uno más de mis hijos, para eso no necesito casarme con tu padre.

— No hombre, ¿Por qué tener que sacrificarse a casarse conmigo si de todas maneras ya te quiere? — El Alfa imprimía sarcasmo en sus palabras. Esa obstinada y bella loba, no quería tenerlo de marido.

— No... Yo no