Akon, soy yo, tu luna...
La escena era tan inesperada como impresionante y peligrosa, Alejandra estando entre las garras de ese Alfa tan sanguinario, corría un grave peligro.
— !Suéltame Alfa Jones, soy madre de cachorros, no puedo dejar a mis hijos huérfanos, no puedes asesinar a una loba que es madre!
— Te sorprenderías de todo lo que puedo matar si te contara, belleza. Pero ahora no puedo soltarte, o tu Alfa se me vendrá encima con todo su poder para mandarme al infierno.
El Alfa Romano y el Alfa Storm, junto con el beta Mika, no creían lo que acababan de escuchar, esa loba era en realidad la luna de la manada Luna De Plata, la que tenía años desaparecida y que no podían encontrar.
— !¿Joshua Romano, te estabas robando deliberadamente a la luna de Leonardo Salvatore?! — El Alfa Mikael preguntaba, y estaba bastante enfadado.
— No, nunca haría algo como eso, no tenía idea de que fuera el Alfa Salvatore el compañero destinado de mi... De Alejandra... Pero aún así, no me la puedo dejar quitar.