Destiny fue liberada del cabello de manera suave por las manos de Triana Ayesa.

Mientras Destiny se alisó la ropa y, para el asombro de todas, mostró una pequeña sonrisa llena de diversión, como si la tortura no le hubiera afectado en lo más mínimo.

Briana y Ember la observaron, con las cejas fruncidas, esperando la próxima provocación. Pero en lugar de ello, Destiny agachó la cabeza y, de la nada, comenzó a llorar.

Las lágrimas silenciosas se convirtieron en sollozos, luego en un llanto ruidoso y desesperado.

Todas se quedaron atónitas. La mujer que había mostrado una fortaleza inquebrantable, que había sido altanera y descarada en medio de la tortura, ahora parecía completamente rota.

—¡¿Te atreves a fingir que lloras?! —gritó Briana, completamente exaltada, dando un paso al frente. —¡No es suficiente que ya nos hayas humillado!

—¡¿Qué está sucediendo aquí, tía?! —Una voz profunda y furiosa resonó en el salón, helándoles la sangre a todas.

Alaric Winter.

Briana, Ember, y Triana se q