52. El doctor le da una noticia a Marianné
Cuando Marianné bajó al salón, todo el mundo en la mansión Gambino estaba allí.
— ¿Qué está pasando? — preguntó a la nonna Vittoria, ya para ese punto demasiado inquieta — ¿Dónde está Remo?
La mujer la miró con compasión y tomó sus manos entre las suyas.
— Sé que a mi nieto no le hubiese gustado que te diese esta noticia, pero…
— ¿Pero qué? ¿Qué pasa? ¡Dígamelo, por favor! — rogó.
— Cariño, hace una hora Savino perdió toda comunicación con Remo, y… hace media confirmamos que lo han secuestrado.
Marianné ahogó un jadeo de impresión y sus ojos se abrieron como platos.
— ¿Qué? No, no… — comenzó a negar con la cabeza.
— Marianné, querida, tienes que tomarlo con calma, ¿de acuerdo?
— ¡Pero no puede ser cierto! ¡Él me había llamado… me dijo que vendría, que…!
— ¡Esto no es más que tu culpa! — intervino Priscila de pronto, señalándola — ¡Desde que llegaste a la vida de mi hijo no has hecho más que alterar su vida!
— Priscila, basta, no estás ayudando en nada a esta situación.
— No, suegra. No