TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 50. El final de un monstruo
TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 50. El final de un monstruo
Pero Julie Ann no la escuchaba. Seguía fija en Chase, con la mirada llena de rabia y lágrimas.
—Tú provocaste el choque, ¡tú lo mataste! —insistió, como si necesitara que él lo admitiera.
Pero Chase gruñó con una frialdad que hizo estremecer a todos.
—Sí, lo provoqué. Pero si no hubieras sido tan tonta de insistir en ir conmigo, el crío estaría vivo, ¿no crees? Así que realmente es tu culpa, toda tu culpa.
Rebecca se tapó la boca, horrorizada. Aquello era demasiado. Chase era un monstruo pero nadie imaginaba hasta dónde. Julie Ann bajó la mirada hacia el bebé, sus manos temblaban y sus lágrimas caían sobre la manta.
Chase bufó, impaciente.
—¡Ya, basta de dramas! Devuélvele al niño y vámonos. Cuanto antes salgamos de aquí, mejor.
Julie Ann lo miró como si no lo entendiera.
—¿Por qué no puedo quedármelo? —preguntó, con un tono que era apenas un susurro—. Él… él necesita una madre.
Chase soltó una carcajada cruel.
—¡Porque