CAPITULO 44. Un pelotón de fusilamiento
CAPITULO 44. Un pelotón de fusilamiento
Henry respiró hondo y miró a Rebecca con intensidad. Sentía el pulso de la sangre en los oídos pero sabía que cada palabra contaba, que ella lo evaluaba mientras hablaba, y que no podía dejar que saliera por aquella puerta con un adiós que sería para siempre.
—Rebecca —Henry pasó saliva y se encomendó a todos sus ancestros… al menos a los más inteligentes—, ya sé que compraste mi producto. Son quince millones que tienes estancados, pero no tiene por qué ser así. Solo han pasado dos años, no hay razón para que estén dañados, y te aseguro que son piezas excelentes.
Rebecca lo miró de reojo mientras intentaba recuperar el aliento. ¿Cómo sabía Henry de los quince millones y del almacén de Queens? Y si lo sabía ¿desde cuándo?
Evaluaba cada movimiento, cada palabra. Pero la verdad era que no podría averiguar nada más a menos que lo hiciera hablar y eso significaba irremediablemente una conversación.
—No estoy tan desesperada por ese dinero.
—¡No estoy