CAPÍTULO 17. Una visión inesperada.
CAPÍTULO 17. Una visión inesperada.
Seija dejó a Henry ahí, plantado en medio del pasillo como un idiota, con esa sonrisa burlona con que parecía decirle "diviértete buscándola".
Y él miró a su alrededor, como si por un segundo de verdad intentara calcular si podía tocar una por una las seiscientas puertas del hotel en menos de cuatro horas. Una idea absurda, pero en ese momento su mente estaba tan nublada que hasta parecía viable. ¡Y el problema era que no tenía ni idea de por qué se sentía así!
Se llevó las manos a la cabeza, respirando hondo. Algo en su pecho le oprimía, una mezcla rara de ansiedad, celos y un enojo que no sabía bien a quién dirigir. Caminó por los pasillos alfombrados, desorientado, con la sensación incómoda de que, detrás de alguna de esas puertas, Rebecca estaba… con otro. Cada vez que esa imagen se formaba en su cabeza, la mandíbula se le tensaba y el estómago se le encogía.
“Vete a tu casa. ¡Vete a tu maldit@ casa”. Eso era lo que la lógica le gritaba, que aqu