330. TRATANDO DE HACER TODO BIEN
KIERAN:
Estaba por salir a dar un recorrido cuando mi Gemma Rafe entró con semblante serio. Al ver a Claris, cerró la boca sin decir nada. Mientras observaba a Claris trabajar acomodando los libros en mi biblioteca del despacho, tenía que contenerme para no correr hacia ella.
—¿Qué sucede, Rafe? —pregunté, sabiendo la respuesta; lo recordaba todo con gran claridad—. ¿Los del norte están merodeando de nuevo?
—Sí, señor, están en los límites —contestó de la misma manera en que lo recordaba—. Sobre todo por el lado donde está la casa vieja en los lindes del bosque.
Giró la cabeza para mirar a Claris; sabía que intentaba decir que su familia estaba en peligro, pero sin alertarla.
—Señorita Claris —la llamé, viendo cómo levantaba esos dos faros verdes que tenía como ojos y los posaba en mí. Mi corazón saltaba acelerado al ver lo hermosa que era mi Luna—. Debe dejar todo eso por ahora. Tiene que venir con nosotros a recoger sus cosas para mudarse a la casa que le pertenece por ser mi asiste