329. SALTANDO EN EL TIEMPO
KIERAN:
Me quedé observando a mi Beta, quien tocaba su cuerpo con incredulidad. Era lo mismo que había sucedido conmigo y sospechaba que se trataba de su pequeña hija no nacida, que había viajado como los míos en energía al pasado con nosotros. Pero eso era algo que no debía suceder. Por lo tanto, les ordené a Elena y a las niñas que no salieran del cuarto, mientras me llevaba a mi Beta al despacho.
Busqué el libro de las memorias de mis padres, el cual se abrió en una página específica. Sin pensarlo, comencé a leer lo que decía en voz alta y sucedió algo que ni yo esperaba. Me vi de pronto sentado en mi despacho, el día exacto en que Claris apareció en mi oficina de la reserva en Nox Venators pidiendo trabajo. Miré a mi Beta, sentado en la silla frente a mí, leyendo el informe sobre ella.
—Creo que, aunque es una humana, es una buena candidata para tu asistente y no va a tratar de enamorarte —decía con seriedad.
El libro de mis padres aún estaba en mis manos, con un pequeño fulgor