ANGELA:
No podía dormir; el aullido de los lobos y las voces en la planta baja me mantenían en alerta. Era cierto que no recordaba casi nada, pero sí sabía que había estado con Kieran Theron, y me había gustado mucho. Quería seguir con él. Pero no podía olvidar la frialdad con la que me había mirado cuando descubrió que no era Claris. Sin embargo, a pesar del hechizo y de no recordar todo, mi cuerpo lo deseaba.
Después de meditarlo por un rato, y cuando la casa se envolvió en silencio, decidí bajar a tomar un vaso de agua y quizás encontrar un libro para leer, a ver si lograba dormirme. Caminé despacio por el pasillo, abriendo las puertas de las habitaciones de mis hermanas. Lina dormía profundamente, como siempre. Y Clara Eliza... No sabía por qué insistía en que la llamáramos así; su verdadero nombre era &Aacut