LÚMINA:
Sabía que el control no duraría para siempre. No era el equilibrio natural. Nosotros, los licántropos, no estamos diseñados para ser gobernados por nuestros lobos. Es el humano quien domina, quien lleva al resto en su dirección, ya sea hacia la gloria o hacia el abismo. Debía enseñarle a Claris, mi humana, que ella pertenecía a esta vida, aunque se empeñara en negarlo. Había visto a muchas como ella, atrapadas en sus ilusiones frágiles, reprimiendo nuestra naturaleza para ser solo humanas.
Tanto Atka como yo teníamos momentáneamente el control. Nos movíamos en silencio hasta que llegamos a la colina de la luna. Nos detuvimos allí; no necesitábamos hablar para entendernos. Nos sentamos juntos, apoyándonos mutuamente, sintiéndonos completos y, al mismo tiempo, rotos. Levantamos las cabezas y aullamos hacia la