Capítulo 14. Sofía y Marcus se entregan
Esta vez no hubo espacio para la negación.
El beso fue profundo, dolido, lleno de deseo contenido y memorias rotas que buscaban renacer. Marcus la sostuvo por la cintura, atrayéndola hacia él, y ella, sin fuerzas para resistirse, dejó que la arrastrara a su mundo, a sus labios, a su fuego.
Las manos de él encontraron su rostro, su cuello, su espalda… mientras las de ella se aferraban a su camisa, como si temiera caer al vacío. Caminaron a tientas por el pasillo, sin despegarse, hasta que entraron en la habitación. Las prendas fueron cayendo sin que lo notaran, abandonadas como el pasado, como las mentiras.
— No me digas que no sientes nada, Sofía —le susurró con la frente apoyada contra la de ella —. Porque yo… yo no puedo fingir más.
— Yo… — Sofía cerró los ojos, asfixiada por la intensidad de sus palabras No pudo decir nada más, no pudo completar una frase coherente. No podía. Solo se aferró a él mientras cruzaban el umbral de la habitación y el pasado comenzaba a hacerse cenizas a