Vi cómo el color abandonaba completamente el rostro de Leonard, quien se tambaleó ligeramente.
—Yo estaba aterrada. Lo sentí luchar con los otros chicos mientras me gritaba que no abriera la puerta a nadie. Me mantenía aferrada a la puerta, había pasado el seguro, pero aún así la sujetaba con todas mis fuerzas, temiendo que pudieran abrirla. Al fin, oí cómo les gritaba que iba a llamar a la policía si no se iban —continuaba recordando aquella terrible noche. Leonard se agarró la cabeza con ambas manos, enterrando los dedos en su cabello con desesperación. Un sollozo desgarrador escapó de su garganta mientras su cuerpo se sacudía violentamente. —Ellos se marcharon. Entonces le abrí la puerta cuando me llamó. Estaba todo ensangrentado —todavía tengo la imagen de la sangre en mi mente. — Al verlo, me tir