Mundo ficciónIniciar sesiónEl sol sobre su rostro se sentía como milagro. Catalina cerró sus ojos, permitiéndose simplemente existir en este momento—parada en el jardín sur del palacio, rodeada por rosas que florecían sin pedir permiso, sin necesidad de aprobación de nadie para ser hermosas.
Tres días. Solo tres días desde que confrontó a la Reina Margot, pero ya sentía como vida diferente. Como si hubiera estado sosteniéndose la respiración durante meses y finalmente, finalmente alguien le había permitido exhalar.
—Alteza—, dijo Laurent suavemente desde donde había aparecido en el sendero detrás de ella—. Pensé que podría encontrarla aquí.
Catalina se giró, sonriendo de forma que no había sonreído desde antes de que las puertas del palacio se cerraran detrás de ella hacía ya tantos meses.
—¿Es tan obvio? ¿Que paso cada momento permitido afuera?
—No es obvio—, respondió Laurent, acercándose con bandeja de té que claramente había traído como excusa—. Es... comprensible. Algui







