Capítulo 14.
Alina aferró el brazo de Zack y lo jaló lejos del sofá. Su respiración era agitada, su rostro cambió de expresión de pronto, pálido como la cera.
—Escondámonos. No digas nada —susurró con pánico a Zack.
Zack la siguió, aunque su corazón se rebelaba. Caminaron apresuradamente hacia la habitación; Alina cerró la puerta con cuidado y contuvo la respiración detrás de ella. El sonido desde el exterior seguía resonando.
¡Dumm! ¡Dumm!
—¡Alina! —gritó esa voz, más fuerte que antes—. ¡No puedes esconderte de mí!
Zack miró a Alina con la mandíbula tensa.
—¿Quién es?
Alina llevó un dedo a los labios de Zack.
—Es… uno de los hombres de confianza del señor Aaron. Se llama Leo.
—¿Y por qué ha venido? ¿Sabe algo? —preguntó Zack.
—No lo sé… pero él no vendría si no trajera un mensaje del señor Aaron —susurró Alina con voz temblorosa—. Quizás… quizás sospecha de nosotros.
Zack respiró hondo, tratando de controlar la rabia que empezaba a hervirle en el pecho. Miró a su alrededor y vio una pequeña venta