capítulo: ¡¡A ninguna mujer le daré la oportunidad!!
La señora Minerva le sonríe a Sofía, la cual está ansiosa por saber dónde conoció a su madre. —Fue una buena empleada, trabajó para mí, en una de mis propiedades. Era dedicada a su trabajo y nadie hacía mejor el trabajo del oficio que ella. Era muy pulida y le gustaba que todo quedara perfecto, incluso el piso reluciente —mientras le comenta, Minerva recuerda cómo la madre de Sofía limpiaba la casa—. Era amable y hablaba de ti con mucho amor y cariño. Ella me había mostrado una foto cuando eras pequeña y cuando te vi por primera vez pensé... la he visto antes. Luego sentí en mi corazón que debías ser tú y por eso te llamé. Al saber que te llamabas Sofía Mangano, recordé aún con mayor razón las palabras de tu madre. Sé que tú y yo iniciamos con el pie izquierdo, Sofía, pero no soy tu enemiga, soy tu mano amiga. Hubiera deseado hacer más por tu madre —pasa saliva y mira a Sofía llorar—. Tuve que viajar porque mi vida ha sido complicada, agitada; era poco el tiempo que tenía para hablar c
Escritora Palacio
SIGAN APOYANDO HERMOSAS, AGREGUEN A SU BIBLOTECA, CALIFIQUEN CON 5 ESTRELLAS, VAMOS A SUBIR ESAS CALIFICACIONES Y COMENTARIOOS, VAMOS QUE SI SE PUEDE