capítulo: Tú quieres más, yo te lo daré.
Luego de aquella reunión, cada quien tomo su camino, ya no había nada más que hablar por los momentos. Leonardo y Alexander se fueron ha hablar a solas. Minerva acompaño a Maggie a la habitación de Alexander y luego se fue a la suya.
Valentino está en su habitación hablando con su escolta y en eso, llega Francesca a tocar la puerta. —¿Quién es?
—señor, soy Francesca, llevo rato esperando poder hablar con usted, ¿Puedo pasar por favor? Nadie me ha visto
El cabecilla mira a su escolta con una sonrrisa maliciosa y le dice. —vete recuerda vigilar la puerta.
—como ordene señor— el escolta se acerca a la puerta, la abre y allí está Francesca, hermosa como siempre —adelante señorita Russo— Se hace a un lado y ella ingresa. El escolta cierra la puerta y se queda ahí de pie, como un soldado protegiendo
—¿Qué necesita mi yerna preferida?
—señor— Francesca se acerca y se arrodilla ante él con su mirada fija a los zapatos de cuero del cabecilla —tu hijo quiere ponerme a hacer cosas de señora