El día del evento benéfico por fin había llegado. Era una cena sofisticada, que reunía a grandes nombres de la alta sociedad, personalidades de los medios, médicos renombrados y empresarios influyentes. Thor era uno de los patrocinadores principales, lo que le daba aún más visibilidad al evento. Celina, deslumbrante con un vestido dorado que abrazaba con elegancia su silueta embarazada, estaba acompañada de Zoe y Arthur. Zoe, como siempre, se empeñaba en transformar cualquier ambiente serio en algo ligero y divertido.
Thor, impecable en su traje a medida, permanecía al lado de Celina mientras saludaban a algunas autoridades. Zoe, sentada con Arthur en una de las mesas reservadas, bromeaba con que estos eventos benéficos eran “un ensayo de paciencia”. Cuando Celina y Thor regresaron a la mesa, Zoe empezó la conversación.
—Celina, te juro que si sobrevivo a otro discurso interminable, voy a exigir un trofeo de resistencia —susurró, arrancando risas de Arthur y de la propia Celina.
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