Thor caminó hasta la ventana. Su voz ahora era más baja, pero cargada de emoción.

—Raúl… no es mi padre biológico. El matrimonio de mis padres fue un acuerdo entre familias. Pero mi madre estaba enamorada de un empleado de mi abuelo. Un canalla. Sabía manipular. Ella se entregó a él creyendo que era amor. Pero él solo quería estatus. Mi abuelo lo descubrió y puso fin a todo aquello. Tres meses después, mi madre se casó con Raúl.

Celina lo escuchaba inmóvil, el rostro pálido.

—Mi madre ocultó el embarazo. Al principio, el matrimonio era solo una fachada. Dormían en cuartos separados. Ella lo despreciaba, lo culpaba de haber tenido algo que ver con la desaparición de aquel desgraciado. Pero un día se desmayó. En el hospital, Raúl se enteró. Ella estaba embarazada. Mi padre dijo que su mundo se derrumbó. Ella no era virgen, estaba embarazada de otro. Y no lo amaba. ¿Pero sabes lo que hizo él?

Thor se giró hacia ella. Sus ojos estaban húmedos, pero firmes.

—Me aceptó como hijo. Por amor a