Estoy en las últimas semanas de mi embarazo. Según Kate, el bebé puede nacer en cualquier momento. Hoy vamos camino a un local donde abriremos un comedor popular, y aunque al principio quise evitar involucrarme demasiado, no pude resistirme a unirme a las enormes obras sociales que hace toda la familia. Ahora seré parte de ellas, aportando con mi talento como chef.
Al llegar al lugar, nos ponemos manos a la obra junto a varios voluntarios. El objetivo es simple, pero inmenso: ofrecer alimento diario a niños y ancianos, los más vulnerables. Las embarazadas serán atendidas en la fundación de Kate y Emily. Mi suegra y yo estaremos al frente de este proyecto hasta que funcione al cien por ciento; luego nos turnaremos para mantenerlo vivo.
Debo confesar que he crecido mucho al lado de esta familia. Son personas excepcionales, entregadas a cada detalle, a cada empleado, a cada historia. Su ejemplo me transformó. Y sin dudarlo, me uní a ellos. Mis negocios en Argentina van muy bien, y pronto