Ya habían pasado cinco días desde que Luigi salió de prisión. En ese tiempo apenas hemos salido de casa, porque estamos aprendiendo a conocernos y a vivir juntos, lo cual, aunque no parezca, es un desafío. Cada uno tiene su manera de actuar, de cocinar, de dormir, y son pequeñas cosas en las que toca ponerse de acuerdo.
Aunque Luigi ha sido totalmente complaciente conmigo, no es así como quiero que inicie nuestra relación. Le he comentado que deseo que nos conozcamos bien desde ahora, porque es muy malo ceder en cosas que luego nos traerán problemas. Así que estamos en pleno proceso de adaptación, aprendiendo uno del otro.
Sin embargo, esta mañana, al despertar, recordé un tema que habíamos dejado en el olvido: la rueda de prensa donde ubicaría a Mari. Estoy cansada de que las personas piensen que soy una oportunista, porque quienes conocen a Luigi aseguran que él no es así y que seguramente la otra mujer se le metió por los ojos. Pero esta vez daremos la versión oficial.
—Buenas tard