MI PARTO.
Estando en el albergue, comencé a sentir unas punzadas en mi vientre, le dije a la señora Stela, que debía irme, porque era posible que mis hijos ya fueran a nacer, en ese momento, fue tan fuerte la contracción, que no pude subir al auto, los habitantes de calle se asustaron mucho, por el grito que sin querer salió desde lo más profundo de mi ser, de verdad me dolía mucho, intenté llamar a la ambulancia, pero nunca contestaron, Stella me dijo que llamaría a la ambulancia, que ella no conducía así que no podía ayudarme en ese momento, pero en ambulancias nadie contestaba, que iría a buscar a uno de los pescadores que se encontraban en el puerto en ese momento.
Los dolores eran tan fuertes que no me podía mover, necesitaba que alguien me ayudara a subir al auto y me llevaran al hospital en ese mismo instante.
En ese momento justo, “El Inglés” se acercó dónde estaba, sin darme la cara, me levantó y me ayudó a subir al asiento del pasajero, subió a mi auto y condujo al hospital más cercan